sábado, 19 de noviembre de 2011

¿Por qué es importante tener en cuenta el UX?

Con esta pregunta comienza todo. El motor que empuja a algunas empresas, de cualquier tamaño, a contratar los servicios de un profesional de UX, es preguntarse precisamente esto ¿qué puede aportar a mi negocio? o ¿es una inversión rentable?

Es complicado argumentar estas preguntas con cifras exactas, pero desde mi punto de vista hay dos razones, que por una mera cuestión de 'lógica' pueden justificar perfectamente la importancia de contar con el UX.

"La primera impresión es la que cuenta": cada día son más los usuarios que buscan información en la red acerca de una empresa antes de contratar sus servicios o de comprar un producto en una de sus tiendas físicas. Ahora pensad en el comercial de una empresa, da igual cuál sea su ámbito, lo más probable es que os haya venido a la cabeza la imagen de una persona vestida de traje y de correctos modales ¿por qué si las empresas se preocupan de su imagen física, no lo hacen del mismo modo en el mundo virtual?
Recordad ocasiones en las que habéis accedido a la web corporativa de un negocio y os habéis encontrado delante de una página de aspecto "web 1.0", con una navegabilidad imposible que os ha desesperado y habéis abandonado a los pocos segundos. Internet se está convirtiendo cada vez más en una de las "puertas de entrada" más importantes de muchas empresas, sin ser necesariamente éstas negocios on-line.

"Somos tenderos virtuales": hace unas semanas estaba presenciando una mesa redonda de emprendedores de e-commerce y uno de los asistentes dijo esta frase: "somos tenderos virtuales". Si para cualquier empresa es importante tener una imagen adecuada en el mundo on-line, como comentaba anteriormente, para un e-commerce ésta se convierte en una cuestión de vital importancia. No sólo está en juego dar una buena imagen, si no también, conseguir el mayor número de compras posibles.
Pensemos ahora, como hemos hecho antes, en una analogía con el mundo físico. Entramos en un supermercado dónde en un mismo estante se encuentran productos de limpieza junto con las galletas de desayuno y un poco más allá ropa de niños, y además somos incapaces de encontrar la caja dónde pagar los productos que queremos adquirir. "¡Qué desastre! ¡aquí no se puede comprar nada!" pensaríamos y saldríamos de la tienda sin comprar ningún artículo. Este ejemplo, que puede parecernos cómico aplicado a la vida física, es "un mal" que afecta a muchos e-commerces.

2 comentarios:

  1. Creo que el negocio es tan sólo una de las patas de UX (la que da el dinero, cierto es). Hay UX en cómo la gente desarrolla una actividad en un hospital y hay UX en cómo cogemos la taza del desayuno de la misma forma que el arte existe cuando hacemos una tortilla de patata y en la forma de caminar. El mundo industrial también está lleno de UX y es algo realmente fascinante (los habitáculos de los coches son un gran ejemplo de cuánto hemos mejorado). Caminan en la misma dirección que podemos trabajar nosotros cuando nos movemos en nuestro hábitat digital (cualquier servicio web visible desde cualquier dispositivo).

    Es cierto que me van a comprar más si el habitáculo de mi coche es más ergonómico (y bonito) y van a mejorar las conversiones en mi site de venta de lechugas si ofrezco una interfaz capaz de facilitar el proceso. Pero mi objetivo es además generar una experiencia única. Si mi ergonomía está mejorada; si mi interfaz es algo único y puedo democratizar su uso estoy triunfando doblemente. Puede ser bonito y puede ser manejable, entendible, asimilable . . . y además algo diferente.

    Creo que somos algo más que simples herramientas para conseguir que alguien venda más coches o haga más dinero. Sin nosotros el mundo no sólo sería un lugar gris sino que se perdería el sentido; aquello que convierte cualquier producto en algo útil. Creo también que somos los encargados de transformar un deseo en un objeto o un servicio; que somos los que imaginamos nuevas formas de comunicar funcionalidades, artefactos, con personas. Gran aspiración; ahí es nada. Todo un reto.

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  2. Una aportación muy interesante.

    "Creo también que somos los encargados de transformar un deseo en un objeto o un servicio; que somos los que imaginamos nuevas formas de comunicar funcionalidades, artefactos, con personas. Gran aspiración; ahí es nada. Todo un reto." Totalmente de acuerdo :)

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