Tras dar por cerrada la conferencia de Experiencia de usuario que tuvo lugar los pasados días 11 y 12 de Mayo en Salamanca no quería dejar pasar la oportunidad de compartir algunas de mis reflexiones e impresiones del evento.
Comencemos con la logística del evento, en líneas generales podría decirse que fue impecable en comparación a otros eventos de estas características a los que he asistido anteriormente: funcionaba la WiFi, el catering era aceptable en cuanto a calidad y cantidad, el lugar era adecuado y estaba preparado para recibir a más de 400 personas (además de ser un edificio realmente bello).
Pero entremos en materia ¿que hay qué decir de los contenidos tratados y ponentes? desde mi punto de vista insuficientes (salvo contadas excepciones, como fueron las intervenciones de Alberto Knapp, Mónica Zapata o Idoia Soto), se trataron temas recurrentes que aportaban poco o nada a los allí asistentes, el nivel de algunos ponentes era escandalosa y preocupantemente bajo y se abusó en algunos casos del "principio de autoridad":
- Temas recurrentes: se echó en falta la exposición de casos prácticos, casos de estudio o de éxito. Uno de los objetivos fundamentales de este tipo de reuniones es poder compartir con profesionales del sector retos o dificultades que hayan requerido de soluciones innovadoras. Esta es una forma estupenda de poder seguir aprendiendo. De nada sirve que se traten temas manidos y conocidos por todos, esto no nos ayuda a avanzar como profesionales ni como "disciplina".
- Nivel bajo: desde mi punto de vista es imperdonable que profesionales presentados ante el público como personas con una larga carrera profesional y puesto de renombre, confundan términos básicos de la profesión (como por ejemplo, utilizar como sinónimos 'usabilidad' y 'experiencia de usuario').
- Abuso del 'principio de autoridad': ciertos ponentes abusaron de su 'nombre' dentro del mundillo para presentar temas de forma mediocre y 'sin sustancia', el famoso "cría fama y échate a dormir".
Pero, ¿cómo podría haberse evitado esto? creo que desde la organización debería haberse realizado un seguimiento y control de los contenidos, así como del nivel de los conferenciantes (independientemente del puesto que ocupen o el nombre que tengan).
Para finalizar no quería cerrar este post sin hablar del debate que surgió en la ultima intervención del evento: "test de laboratorio ¿sí o no?". El simple hecho de que se plantee este debate es un reflejo del intrusismo profesional y la falta de nivel que sufrimos dentro de la UX. Muchos profesionales de 'renombre' del sector demostraron una falta de las mínimas nociones de las distintas técnicas y bases de investigación. Es preocupante que los test de laboratorio fueran etiquetados como "esa cosa que pide el cliente", "lo que hacen algunos investigadores para ganar más dinero" o "un grano en el culo" (literalmente). Señores, sepamos cuándo, cómo y por qué aplicar las diversas técnicas antes de pretender evaluar su utilidad. Un cliente puede pedirnos un test de usuario simplemente porque está interesado en tener en cuenta a sus usuarios y este tipo de test es lo único que ha tenido oportunidad de conocer, pero nuestro papel y responsabilidad como profesionales es asesorarle y recomendar una u otra técnica en función de las necesidades del proyecto.
Espero y confío en que la organización recoja el feedback de sus usuarios y mejore en su próxima edición. Nos vemos en el UXSpain 2.0